¿Podría la harina de trigo integral limitar el riesgo de esteatosis hepática no alcohólica, también conocida como “enfermedad del hígado graso” causada por una dieta demasiado rica en grasas?
(sidenote:
El síndrome metabólico
Combinación de varias enfermedades metabólicas: tensión arterial elevada, aumento de la circunferencia de la cintura, aumento de triglicéridos y glucosa en sangre asociado a un bajo nivel de colesterol “bueno” en sangre
Alberti KG, Zimmet P, Shaw J. The metabolic syndrome--a new worldwide definition. Lancet. 2005 ; 366 (9491) : 1059-62.)se manifiesta por la acumulación de grasa (triglicéridos) en el hígado. Este síntoma no solo expone al riesgo de aparición de la esteatosis hepática no alcohólica (NASH) sino que todo el sistema digestivo puede verse alterado, provocando un aumento de ciertos factores de riesgo cardiometabólicos (enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2) como la resistencia a la insulina. ¿Sustituir la harina refinada (blanca) por la harina de trigo integral, con un mayor contenido de fibra, minerales y vitaminas, ayudaría a reducir estos riesgos? Varios estudios recientes parecen demostrarlo, aunque los mecanismos subyacentes siguen siendo poco conocidos. Esto ilustra la complejidad de las relaciones entre los órganos implicados en el metabolismo, especialmente los intestinos, el tejido adiposo y el hígado.
Harina integral vs. harina blanca
Un equipo de investigadores holandeses comparó el efecto de la harina de trigo integral en el sistema digestivo (incluidos el hígado, el tejido adiposo y la microbiota) con el de la harina blanca, en 50 adultos con sobrepeso y con un nivel de colesterol total ligeramente superior a lo normal. Al cabo de 12 semanas, los resultados mostraron que el refinado del trigo no modifica las concentraciones de grasa en sangre (lipidemia) ni el nivel de azúcar (glucemia), ni tampoco la masa de grasa abdominal subcutánea o profunda. En cambio, la concentración de triglicéridos en el hígado aumentó casi un 50%, elevando la proporción de participantes con NASH de un 33% a un 44% en el grupo “harina blanca”. Por el contrario, el nivel de triglicéridos disminuyó en el grupo “harina integral”, pasando de un 35% a un 25%. Los investigadores observaron asimismo un descenso de la diversidad bacteriana y un cambio en la composición de la microbiota intestinal en el grupo alimentado con harina blanca, aunque estos no sean del todo predictivos de los cambios observados a nivel hepático.
¿Un tratamiento para la esteatosis hepática no alcohólica?
Según los científicos, estos resultados tienden a aumentar el valor de los productos hechos con trigo integral para la prevención y el tratamiento de la esteatosis hepática. Sus efectos protectores contra las enfermedades metabólicas se deberían a los beneficios que ofrecen para el hígado ciertos compuestos químicos presentes de manera natural en el trigo integral, o a la fermentación de la fibra por las bacterias de la flora intestinal, lo que confirmaría la hipótesis de una comunicación bidireccional entre el hígado y el intestino.
Old sources
Bibliografia :
Schutte S et al. A 12-wk whole-grain wheat intervention protects against hepatic fat: the Graandioos study, a randomized trial in overweight subjects. Am J Clin Nutr 2018;108:1264–1274