¡Un hermano (hermana) mayor podrían ayudar a desarrollar la microbiota de nuestro bebe!
Se conocen numerosos factores implicados en el desarrollo de la microbiota y, por consiguiente, en la salud: nacimiento por vía vaginal o cesárea, alimentación, toma de antibióticos… La presencia de hermanos, menos conocida –y menos estudiada–, también desempeña un papel importante, según un equipo de investigadores daneses1 que acaba de aportar una prueba concreta al respecto.
- Descubrir las microbiotas
- Microbiota y trastornos asociados
- Actuar en nuestras microbiotas
- Publicaciones
- Acerca del Instituto
Área para profesionales sanitarios
Encuentra aquí tu espacio dedicadoen_sources_title
en_sources_text_start en_sources_text_end
Acerca de este artículo
Desde el nacimiento, el pequeño mundo que nos rodea contribuye a modelar la composición única de la microbiota. Los microorganismos a los que nos expone difieren según si nuestra madre nos trajo al mundo por cesárea, nos dio de mamar, si crecimos en una granja, si tenemos un perro… o si tenemos hermanos y hermanas. Para evaluar el impacto de los hermanos en el desarrollo de la microbiota, los investigadores analizaron la composición de la microbiota intestinal (desde la edad de 1 semana hasta los 6 años) y de la microbiota de las vías respiratorias en la faringe (desde 1 semana hasta 3 meses de edad) de cerca de 700 niños. Repitieron regularmente las tomas de muestras y secuenciaron cerca de 4500 muestras. En cada etapa, tuvieron en cuenta la posición de los pequeños participantes en la familia: hijo único, hermanos o hermanas mayores o menores. Además, registraron unos quince factores que también pueden influir en la microbiota de los niños, desde el peso al nacer hasta los ingresos de la familia. Por último, confrontaron los datos recogidos con la presencia a los 6 años de edad de asma, rinitis alérgica y sensibilización a diversos alergenos.
Los microorganismos de la microbiota tienen espíritu de familia
Los investigadores descubrieron que, durante la primera infancia, tener hermanos y hermanas era uno de los factores determinantes más importantes de la composición de la microbiota intestinal y la microbiota de las vías respiratorias. Este efecto resultó más evidente en los niños con uno o más hermanos y/o hermanas mayores durante el primer año de vida. Su microbiota intestinal era más rica, diversificada y madura que la de los hijos únicos. No es necesario que la familia sea numerosa: tener un hermano o una hermana mayor de edad cercana es más importante que tener varios. Consuelo para los hijos únicos: la diferencia entre su microbiota y la de los niños que tienen hermanos o hermanas desaparece a los 4 años de edad.
La presencia de hermanos supera a la lactancia materna por su influencia en la microbiota respiratoria de los lactantes
¿Qué ocurre con la microbiota de las vías respiratorias? Durante los 3 primeros meses de vida, también se modificó debido a la presencia de hermanos, más que a causa de otros factores considerados importantes, como la lactancia materna o la toma de antibióticos. La de los bebés que tenían hermanos o hermanas era menos diversificada que la de los que no tenían. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con la microbiota intestinal, una menor diversidad bacteriana en las vías respiratorias parece ser más favorable para una buena salud respiratoria.2
¿Qué lecciones nos enseña este estudio? Crecer con hermanos y hermanas durante la primera infancia repercute en el desarrollo de la microbiota y la salud. Forzosamente existe el reverso de la moneda: los hermanos facilitan el contagio de microbios responsables de resfriados y diarreas. Aun así, los investigadores consideran que una exposición precoz a microbios relativamente inofensivos puede reducir el riesgo de enfermedades alérgicas.3
- Christensen ED, Hjelmsø MH, Thorsen J, et al. The developing airway and gut microbiota in early life is influenced by age of older siblings. Microbiome. 2022;10(1):106
- Hasegawa K, Linnemann RW, Mansbach JM, et al. Household siblings and nasal and fecal microbiota in infants. Pediatr Int. 2017;59(4):473-481
- Rook GAW, Brunet LR. Microbes, immunoregulation, and the gut. Gut. 2005;54:317–20