Asma y microbiota
El asma es una enfermedad respiratoria crónica frecuente que pueden presentar tanto los adultos como los niños y que afecta a más de 260 millones de personas en el mundo.1 Se trata de la enfermedad crónica más frecuente entre los niños.1 Un asma no controlada, la forma más invalidante de la enfermedad, tiene graves consecuencias en la vida diaria de los pacientes. El descubrimiento de la implicación de las microbiotas intestinal, pulmonar y nasal en el desarrollo del asma abre nuevas perspectivas terapéuticas. Lo explicamos a continuación.
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Acerca de este artículo
¿Qué es el asma?
Se trata de una enfermedad crónica del aparato respiratorio que se manifiesta por tos, pitidos, ahogo, molestias respiratorias (dificultad para respirar) o una combinación de estos síntomas.1 Los síntomas se deben a un estrechamiento de las vías aéreas en los pulmones a causa de una inflamación de los bronquios.1 El asma se manifiesta por crisis, más frecuentes por la noche o durante la actividad física. La severidad y la frecuencia de estas crisis varían de un paciente a otro.1
¿Lo sabía?
- El asma es una enfermedad que afecta más a los niños que a los adultos. En cambio, la mortalidad es mayor entre los adultos.2
- El asma infantil es más frecuente en los varones mientras que en adultos, las mujeres son las más afectadas.2
Predisposición y factores desencadenantes del asma
El asma es una enfermedad compleja y multifactorial. Puede desarrollarse en personas con una predisposición genética (terreno alérgico) o expuestas a factores ambientales, como los alergenos (polen, ácaros), el humo del tabaco o la contaminación del aire. Las emociones fuertes, el aire frío o el ejercicio físico también pueden desencadenar crisis. Por último, también pueden intervenir factores relacionados con el individuo, como una infección o incluso la obesidad.2
¿Qué relación tiene con la microbiota?
Numerosos estudios muestran el papel que desempeñan nuestras diferentes microbiotas en la enfermedad:
La microbiota intestinal: una diversidad reducida, es decir, un desequilibrio en su composición (que se llama (sidenote: Disbiosis La disbiosis no es un fenómeno homogéneo ya que varía en función del estado de salud de cada individuo. Se define generalmente como una alteración de la composición y funcionamiento de la microbiota, provocada por un conjunto de factores ambientales y relacionados con el individuo, que alteran el ecosistema microbiano. Levy M, Kolodziejczyk AA, Thaiss CA, et al. Dysbiosis and the immune system. Nat Rev Immunol. 2017;17(4):219-232. ) ) en los primeros años de vida, se asocia a un mayor riesgo de desarrollar asma más tarde durante la infancia.3 Por otra parte, algunos investigadores piensan que el análisis de la microbiota intestinal de un lactante permite predecir el riesgo de aparición de la enfermedad.4 Uno de los factores de desequilibrio muy estudiado es el impacto de los antibióticos cuando se toman en las primeras semanas e incluso los primeros meses de vida, es decir, en el momento en que se desarrollan la microbiota intestinal y la inmunidad.5 Algunos estudios pusieron en evidencia una asociación entre su toma y el aumento del riesgo de asma más tarde durante la infancia.6 Recientemente, un equipo de investigación planteó la hipótesis de que la disbiosis intestinal presente en los lactantes expuestos a los antibióticos podía ser responsable del asma en los niños.7 Sin embargo, este mecanismo está por confirmar.
La microbiota pulmonar también se ha señalado su papel, aunque se trata de un ámbito de investigación en plena expansión en el que se dispone solamente de escasos conocimientos.8 El descubrimiento de una microbiota pulmonar particular con un perfil específico en los pacientes sugiere un papel en el asma.9,10 Además, en caso de asma moderada a severa, parece existir una asociación entre la función respiratoria, el grado de inflamación pulmonar y la composición de la microbiota.11,12 La investigación está progresando a pasos agigantados para confirmar estos resultados, y la caracterización de las poblaciones bacterianas que viven en las vías respiratorias bajas tiene como interés principal favorecer un mejor tratamiento de los pacientes e incluso una mejor predicción de las crisis.10
La microbiota nasal también en este caso, los datos disponibles son escasos. Sin embargo, un desequilibrio en su composición podría asociarse también a la enfermedad13 e incluso a la severidad de las crisis,14 sin que se haya establecido una relación de causalidad. Por último, como en el caso de la microbiota intestinal, un estudio muy reciente realizado con 700 niños sugiere que la alteración de la microbiota nasal debida a la toma de antibióticos antes de la edad de 1 año puede explicar la aparición de asma infantil a los 7 años.15 Por supuesto, esto debe confirmarse.
Vivir con asma: ¿qué tratamientos y soluciones existen?
Si bien el asma es una enfermedad incurable, los tratamientos ofrecen a los pacientes asmáticos una mejor calidad de vida para que puedan llevar una vida normal y activa. Los tratamientos sintomáticos permiten principalmente limitar la intensidad de las crisis agudas gracias a sus efectos broncodilatadores. Los tratamientos de fondo, por su parte, reducen la inflamación de las vías aéreas, a fin de mejorar la función respiratoria y reducir así la intensidad de las crisis.1
Los estudios científicos sobre la relación entre la microbiota y el asma sugieren que la modificación de la microbiota podría prevenir esta enfermedad e impulsan a los investigadores a concentrar sus esfuerzos en el uso de probióticos y prebióticos.16,17 También se está investigando su uso terapéutico.18
¿Existen factores protectores?
Al parecer, la exposición a (sidenote: Microorganismos Organismos vivos que son demasiado pequeños para observarlos a simple vista. Incluyen bacterias, virus, hongos, arqueas, protozoos, etc. y se llaman comúnmente «microbios». What is microbiology? Microbiology Society. ) durante la primera infancia es beneficiosa para prevenir el asma. Al contrario de lo que se cree, vivir en un entorno aséptico no forzosamente tiene un efecto protector contra las enfermedades respiratorias. Algunos estudios muestran que el polvo de las casas no necesariamente es un factor de riesgo de desarrollar la enfermedad.19 Otros estudios revelaron una disminución del riesgo de asma en los niños nacidos y criados en el campo20 y con animales domésticos.21
Este artículo procede de fuentes científicas validadas. Sin embargo, en caso de síntomas, no dude en consultar a su médico de cabecera o su pediatra.
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6 Murk W, Risnes KR, Bracken MB. Prenatal or early-life exposure to antibiotics and risk of childhood asthma: a systematic review. Pediatrics. 2011 Jun;127(6):1125-38.
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9 Millares L, Bermudo G, Pérez-Brocal V, et al. The respiratory microbiome in bronchial mucosa and secretions from severe IgE-mediated asthma patients. BMC Microbiol. 2017 Jan 19;17(1):20.
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16 Meirlaen L, Levy EI, Vandenplas Y. Prevention and Management with Pro-, Pre and Synbiotics in Children with Asthma and Allergic Rhinitis: A Narrative Review. Nutrients. 2021 Mar 14;13(3):934.
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18 Chiu CJ, Huang MT. Asthma in the Precision Medicine Era: Biologics and Probiotics. Int J Mol Sci. 2021 Apr 26;22(9):4528. doi: 10.3390/ijms22094528.
19 O'Connor GT, Lynch SV, Bloomberg GR, et al. Early-life home environment and risk of asthma among inner-city children. J Allergy Clin Immunol. 2018 Apr;141(4):1468-1475.
20 Depner M, Taft DH, Kirjavainen PV, et al. Maturation of the gut microbiome during the first year of life contributes to the protective farm effect on childhood asthma. Nat Med. 26(11):1766-1775. 2020 ;
21 Mäki, J.M., Kirjavainen, P.V., Täubel, M. et al. Associations between dog keeping and indoor dust microbiota. Sci Rep. 2021 Mar 5;11(1):5341.