VIH 1: persiste la disbiosis intestinal bacteriana y viral tras la infección

VIH

Las personas recientemente infectadas por el VIH-1 sufren alteraciones en sus poblaciones virales y bacterianas intestinales. Esta disbiosis es profunda, no se resuelve pese al tratamiento antirretroviral y persiste en la fase crónica.

Fecha de publicación 30 Julio 2019
Fecha de actualización 30 Marzo 2022
Photo : HIV-1: persistent post-infection bacterial and viral gut dysbiosis

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 30 Julio 2019
Fecha de actualización 30 Marzo 2022

 

La primoinfección por el virus de la inmunodeficiencia humana 1 (VIH-1) daña los tejidos linfoides y epiteliales del tubo digestivo. Estas alteraciones conducen principalmente a la aparición de procesos inflamatorios locales y crónicos así como a un desequilibrio inmunitario, dos factores de desarrollo temprano de afecciones relacionadas con la edad (diabetes tipo 2, trastornos cardiovasculares, síndrome de fragilidad...). Para estudiar el impacto de una contaminación a lo largo del tiempo, un equipo de investigación español realizó durante 9 18 meses un seguimiento por secuenciación shotgun* de la evolución de la composición bacteriana y viral del intestino de 49 sujetos mozambiqueños recientemente infectados por el VIH-1, así como de 54 controles. A continuación, los resultados se compararon con los de 98 pacientes en fase crónica tratados o no con antirretrovirales (27 y 71, respectivamente).

Mayor excreción fecal de adenovirus y…

Se observó un rápido aumento de la excreción fecal de adenovirus en pacientes recientemente infectados. Esta situación se mantuvo durante la fase crónica y no se resolvió en los pacientes tratados con antirretrovirales. Rara vez se observó la excreción de estos virus en los controles. Además, se observó un aumento del CMV y del enterovirus en las heces de los pacientes con afección crónica y sin tratamiento, lo cual indica que podría deberse a un desequilibrio inmunitario prolongado.

…disminución de las bacterias antiinflamatorias

La composición bacteriana intestinal también presenta una evolución a lo largo del tiempo. Aunque la reducción transitoria de la riqueza y composición observada tras la infección no parece ser propia de una contaminación por el VIH-1, en la fase crónica destaca un patrón característico: la disminución de Akkermansia, Anaerovibrio, Bifidobacterium y Clostridium. Según apunta la literatura científica, se trata de una disbiosis asociada a inflamación crónica, anergia de los linfocitos T CD8+ y trastornos metabólicos, todos ellos causas probables de empeoramiento del estado de los pacientes. Los investigadores recomiendan la realización de estudios longitudinales sobre el efecto de los tratamientos antirretrovirales para prevenir o corregir alteraciones de la microbiota intestinal que resultan perjudiciales para las personas con VIH-1.

 

*método de secuenciación más específico que el ARNr 16S