Los enriquecedores de la leche materna modifican el desarrollo de la microbiota gastrointestinal en los lactantes con un peso al nacer muy bajo
ARTÍCULO COMENTADO - NIÑO
Por el Prof. Emmanuel Mas
Gastroenterología y nutrición, Hospital de Niños, Toulouse, Francia
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Acerca de este artículo
Comentario sobre el artículo original de Asbury et al. (Cell Host Microbe) [1]
Los enriquecedores se añaden a la leche materna para favorecer el desarrollo de los lactantes con un muy bajo peso al nacer. Actualmente, se administran principalmente enriquecedores derivados de leche de vaca (EDLV), pero hay un interés cada vez mayor por utilizar enriquecedores derivados de leche humana (EDLH). Aunque son beneficiosos para el crecimiento, sus efectos sobre la microbiota gastrointestinal no están claros. Este ensayo clínico aleatorizado con triple ciego (NCT02137473) ha probado cómo el enriquecimiento con nutrientes de leche humana por HMBF (human-milk-based fortifiers, enriquecedores a base de leche humana) en comparación con los BMBF (bovine-milk-based fortifiers, enriquecedores a base de leche de vaca) afectaba a la microbiota intestinal de bebés que pesaban menos de 1250 g al nacer durante la hospitalización. Los resultados ponen de relieve el efecto de los enriquecedores en la microbiota de lactantes de muy bajo peso al nacer durante un período decisivo de su desarrollo.
¿QUÉ SE SABE YA SOBRE ESTE TEMA?
Actualmente se reconoce que la leche materna (LM) es la mejor elección para alimentar a un recién nacido, y en particular si ha nacido con un muy bajo peso < 1250 g (MBPN). En las unidades de cuidados intensivos, cuando la lactancia materna es imposible, se recomienda recurrir a la donación de leche humana pasteurizada (LHP) a través de un banco de leche. Además, a menudo suele ser necesario enriquecer la LM o la LHP para garantizar un crecimiento óptimo. Esto se suele realizar con enriquecedores derivados de leche de vaca (EDLV) y, más recientemente, con enriquecedores derivados de leche humana (EDLH). Por otro lado, se sabe que los recién nacidos de MBPN tienen una microbiota intestinal anormal. Sin embargo, no se sabe cómo se podría mejorar la composición de esta microbiota intestinal con los nutrientes utilizados actualmente en recién nacidos de MBPN.
Es necesario hacer estudios clínicos para determinar las repercusiones de estos distintos enriquecimientos en la microbiota intestinal de los recién nacidos de MBPN.
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES RESULTADOS APORTADOS POR ESTE ESTUDIO?
El estudio aleatorizado controlado Opti- Mom incluyó a 119 recién nacidos con un peso al nacer de < 1250 g, 56 EDLV y 63 EDLH. La mediana del término y del peso al nacer fue de 880 g y 27,9 semanas, sin diferencias en los distintos parámetros de los 2 grupos. Los recién nacidos EDLH tenían una menor diversidad microbiana (índice de Shannon) (p < 0,005). Hubo un predominio de Proteobacteria y de Firmicutes en los 2 grupos, con una mayor abundancia relativa de Proteobacteria (p = 0,0003) como Enterobacteriaceae sin clasificar (p = 0,005) y menor abundancia de Firmicutes (p = 0,001) como Clostridium stricto sensu (p= 0,04) en EDLH que en EDLV (Figura 1). La abundancia bacteriana aumentó a lo largo del tiempo de manera regular en el grupo EDLV mientras que sufrió pocos cambios en el grupo EDLH (p= 0,03). La abundancia relativa de Clostridium stricto sensu (p = 0,04) era más alta en los recién nacidos con EDLV en comparación con EDLH y la de Enterobacteriaceae sin clasificar más baja (p = 0,005) (Figura 2). Tras la normalización de la abundancia de los taxones, aparecieron otras diferencias entre los géneros, con concentraciones más altas de Eubacteriaceae sin clasificar (p < 0,0001), Streptococcus (p = 0,0002) y Staphylococcus (p = 0,002), y más bajas de Clostridium stricto sensu (p = 0,04) en los recién nacidos con EDLH en comparación con EDLV. Estos cambios en la abundancia bacteriana se asociaron a cambios en las funciones microbianas. Por último, era posible predecir el tipo de enriquecedor administrado en función de las abundancias microbianas de las heces.
Los autores se interesaron por los efectos de los volúmenes de leche. En los 2 grupos, los mayores volúmenes de LM durante 3 días se asociaron con una mayor diversidad alfa, pero sin relación con la densidad bacteriana total. Con mayores volúmenes de LM, se observó una mayor abundancia relativa y normalizada de Veillonella en los 2 grupos, y de Streptococcus en el grupo EDLV. Se encontró una relación positiva entre volúmenes de LM y concentraciones de Staphylococcus en el grupo EDLH, y con Eubacteriaceae sin clasificar en el grupo EDLV.
Los volúmenes de LHP solo se asociaron a una mayor diversidad en el grupo EDLV, al igual que la densidad bacteriana. De la misma manera, se encontró una menor abundancia relativa y normalizada de Eubacteriaceae sin clasificar, Streptococcus, y mayor de Clostridium stricto sensu en los recién nacidos EDLV con volúmenes de LHP más altos.
Los volúmenes más altos de EDLV se relacionaban positivamente con la diversidad y la densidad bacterianas en el grupo EDLV, pero no en el grupo EDLH. Los volúmenes de EDLV se asociaron positivamente a abundancias relativas y normalizadas de Firmicutes y de Clostridium stricto sensu, mientras que los volúmenes de EDLH se asociaron positivamente a las abundancias relativas y normalizadas de Clostridium stricto sensu y negativamente a las de Staphylococcus.
PUNTO CLAVE
- En la alimentación de los recién nacidos de muy bajo peso al nacer, el uso de enriquecedores derivados de leche humana o de leche de vaca modifica de manera diferente la composición bacteriana de la microbiota intestinal durante las primeras semanas de vida
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS EN LA PRÁCTICA?
Este estudio demuestra que es importante entender el impacto de los distintos nutrientes utilizados en la microbiota intestinal de los recién nacidos de MBPN, para conseguir un efecto beneficioso en su salud a corto y largo plazo.
Conclusión
Este estudio demuestra que los enriquecedores nutricionales modifican el desarrollo de la microbiota intestinal en los recién nacidos de muy bajo peso al nacer. Además, existen asociaciones entre las cantidades de los componentes de la nutrición enteral de estos bebés, LM y LHP y las comunidades bacterianas.