Edulcorantes: perturbadores de la microbiota y la glucemia
Un estudio clínico aleatorizado controlado demuestra que la microbiota intestinal y oral se ve influenciada por la ingesta de edulcorantes. La clave son las modificaciones metabólicas capaces de alterar la respuesta glucémica.
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Acerca de este artículo
Es una estrategia nutricional bien conocida: para evitar el aumento de peso, se sustituye el azúcar de la alimentación por edulcorantes no calóricos (NNS, de non nutritive sweeteners). Aunque suele considerarse que estos ingredientes carecen de riesgos, trabajos previos en ratones han demostrado que pueden alterar la microbiota intestinal y la respuesta glucémica. Esta vez, el mismo equipo ha explorado los efectos de los NNS en el ser humano, a través de un ensayo aleatorizado controlado que reúne 120 adultos sanos distribuidos en seis grupos. Cuatro grupos debían consumir respectivamente sobres que contenían sucralosa, sacarina, aspartamo o estevia, a (sidenote: La dosis diaria admisible, o DDA, es la cantidad estimada de una sustancia presente en los alimentos o en el agua potable que puede consumirse diariamente durante toda la vida sin presentar riesgos apreciables para la salud. ) establecidas para estas sustancias. Dado que los sobres de edulcorantes contenían glucosa (ingrediente de soporte), un quinto grupo recibía sobres de glucosa (control glucosa), mientras que un sexto grupo no recibía ningún suplemento (control sin suplemento).
El 25,1 % de los niños y el 41,4 % de los adultos estadounidenses consumían NNS entre 2009 y 2011, cifras en aumento con respecto a los estudios precedentes.
Los edulcorantes modifican la microbiota y sus funciones…
La secuenciación (shotgun) demuestra que los cuatro edulcorantes producen modificaciones específicas (es decir, propias de cada NNS) de la composición y/o las funciones metabólicas de la microbiota intestinal, así como de la microbiota oral. El efecto más impactante sobre la microbiota intestinal se observaba después de la ingesta de sucralosa. Sin embargo, solo la sucralosa y la sacarina alteraban significativamente la tolerancia a la glucosa, con una elevación de la glucemia en estos dos grupos.
… con posibles consecuencias sobre la respuesta glucémica
Las modificaciones observadas en la microbiota intestinal, en sus funciones y en los metabolitos circulantes, bajo el efecto de los diferentes NNS, se correlacionaban con las respuestas glucémicas de los participantes. Para determinar si estas alteraciones podían ser el origen de los trastornos glucémicos, los investigadores trasplantaron a (sidenote: Ratones axénicos Ratones sin gérmenes, criados en medio estéril. ) la microbiota intestinal de ciertos sujetos seleccionados en los cuatro grupos experimentales: aquellos cuya respuesta glucémica sufría el mayor impacto (‘top responders’) y el menor impacto (‘bottom responders’) debido a los NNS. Las respuestas glucémicas observadas en los ratones eran similares a las observadas respectivamente en los donantes, lo cual corrobora la hipótesis causal.
Una microbiota específica y una respuesta personalizada a los NNS
Finalmente, los investigadores demuestran que la microbiota intestinal de los top frente a los bottom responders experimentan evoluciones distintas durante la exposición a los diferentes NNS, que podrían depender de su estado inicial antes de la prueba. Los investigadores comparan la microbiota a un centro de reactividad o adaptador que condiciona la respuesta fisiológica a los edulcorantes, con efectos solo en ciertos individuos, que presentan una microbiota específica.