Dr. Marc Bellaiche: tratar los TFI en los niños
El doctor Marc Bellaiche es gastropediatra en el hospital universitario materno-infantil Robert-Debré (París, Francia). Su experiencia en los TFI en niños le permite destacar la complejidad del diagnóstico y las líneas de tratamiento de las enfermedades implicadas (probióticos y prebióticos selectivos), especialmente durante los dos primeros años de vida.
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TRATAR LOS TFI EN LOS NIÑOS
¿A qué dificultades diagnósticas se enfrentan los profesionales sanitarios?
A modo de recordatorio, los criterios de Roma IV hacen referencia a siete grandes tipos de síntomas en el lactante: regurgitación, vómitos cíclicos, mericismo, diarrea funcional, estreñimiento funcional, disquecia y cólico —el TFI más frecuente entre 1 y 4 meses de edad—. Mientras que todos los profesionales sanitarios están conscientes de los efectos de los TFI en el bienestar de los niños y el de sus padres, los médicos de cabecera no conocen tan bien la clasificación Roma IV. Resumir, aclarar y difundir los criterios de la Fundación Roma facilitaría la aplicación de las herramientas diagnósticas existentes, en especial en el tratamiento (médico o médico-psicológico) del bebé. Sin embargo, pasados los dos años de edad, los TFI infantiles se parecen a los de los adultos y, en general, los médicos los entienden mejor.
¿Ha cambiado la situación desde que se tiene en cuenta la microbiota digestiva?
Eso creo. A modo de ejemplo, la definición del cólico del lactante se ha extendido: actualmente las hipótesis etiológicas se basan también en la composición de la microbiota intestinal y más exclusivamente en los datos clínicos clásicos. Pero el tratamiento de los TFI sigue siendo complejo en niños de corta edad: cuando padecen TFI, presentan con más frecuencia una combinación de trastornos en lugar de uno solo, tal y como se ha demostró en un estudio reciente realizado en una cohorte de 2700 lactantes30. La diversidad de trastornos explica el sufrimiento de algunos padres y acentúa las dificultades diagnósticas. Para los médicos es primordial remitirse de forma sistemática a los criterios de Roma IV.
¿Cuáles son las líneas terapéuticas preferentes?
Al margen del tratamiento del dolor, la regulación de las disbiosis gracias a la aportación de probióticos constituye una pista terapéutica prometedora. Los investigadores suecos son los primeros que han trabajado en la adición de cepas concretas de Lactobacillus (L. reuteri) y numerosos estudios y metanálisis tienden a confirmar la eficacia de estos lactobacilos. Según un estudio clínico reciente, la combinación de dos cepas de Bifidobacterium breve puede ofrecer una interés utilidad potencial y disminuir la duración del llanto en los lactantes con cólicos alimentados con leche de fórmula. Otro concepto novedoso: fórmulas con adición de prebióticos bifidógenos (fructooligosacáridos y galactooligosacáridos) que también parecen reducir la duración del llanto.