Colitis ulcerosa: un ensayo clínico comparativo y aleatorizado destaca las ventajas de la dieta mediterránea
Aprovechar las fases de remisión de la colitis ulcerosa para adoptar una dieta mediterránea capaz de retrasar las crisis: esta la recomendación derivada de un ensayo clínico canadiense que aboga por una alimentación más sana, además del tratamiento.
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Acerca de este artículo
Los síntomas de la colitis ulcerosa, también denominada rectocolitis hemorrágica (diarrea sanguinolenta, dolor abdominal, cólicos, tenesmo y cansancio) afectan gravemente a la calidad de vida de los pacientes. Se sospecha de una alteración de la microbiota intestinal. Sin embargo, cabe recordar que la microbiota se encuentra bajo la influencia de la dieta. De ahí el presente ensayo comparativo y aleatorizado, realizado por investigadores clínicos de la Universidad canadiense de Columbia Británica, quienes estudiaron los efectos de la dieta mediterránea sobre los síntomas, la inflamación y la microbiota intestinal. Los adultos incluidos (65% de mujeres, mediana de edad: 47 años) adoptaron durante 12 semanas una dieta mediterránea recomendada por un dietista (15 pacientes), o bien, mantuvieron su dieta habitual (13 pacientes, grupo de control).
Prevención de las recaídas de colitis ulcerosa
Al cabo de las 12 semanas del estudio, la dieta mediterránea, que fue bien tolerada, limitó la agravación de la actividad de la enfermedad. En el momento de su inclusión en el estudio, todos los pacientes (excepto 1 en fase benigna) se encontraban en fase de remisión. Después de 12 semanas, se observó una actividad leve en 1 de cada 3 pacientes del grupo de la dieta mediterránea, mientras que casi 1 de cada 2 pacientes del grupo de control sufrió una crisis leve o moderada. La calprotectina fecal, que es un indicador de pronóstico de una recaída inminente y mide la inflamación intestinal, también reveló un efecto beneficioso de la dieta mediterránea. El 20% de los pacientes que adoptaron esta dieta presentaron una concentración fecal de calprotectina superior a 100 μg/g, frente al 75% de los controles.
Prevalencia de colitis ulcerosa
La prevalencia de colitis ulcerosa se sitúa entre 114 casos por 100 000 habitantes en Asia y Oriente Medio, y 505 casos por 100 000 habitantes en Europa.
Fuente: World Gastroenterology Organisation Global Guidelines, 2015
Una microbiota intestinal revisada y corregida
El análisis de la microbiota también reveló un efecto de la dieta mediterránea, con una mayor abundancia de bacterias protectoras, sobre todo Firmicutes (especies de los géneros Ruminococcus y Flavonifractor, Clostridium M, Blautia A y especies del género Lactococcus), y una disminución de bacterias potencialmente patógenas como Veillonella dispar, Veillonella obetsuensis, Prevotella copri y Streptococcus australis, así como de especies que forman biopelículas. Los investigadores observaron asimismo un aumento significativo en las concentraciones fecales de inmunoglobulinas A secretoras (sIgA) después de 12 semanas de dieta mediterránea. Ahora bien, estas sIgA desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la homeostasis de la mucosa al unirse a las bacterias patógenas e impedirles el acceso al epitelio intestinal. Las sIgA también podrían explicar la correlación negativa entre los patobiontes oportunistas y la dieta mediterránea.
Más ácidos grasos de cadena corta
Por último, la dieta mediterránea dio lugar a una mayor producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) conocidos por sus propiedades inmunomoduladoras y favorables a la homeostasis intestinal: mayores concentraciones totales de AGCC y de ácido butírico, ácido acético y ácido valérico.
Así pues, la dieta mediterránea, además de ser bien tolerada, parece ser un modelo de alimentación razonable y sano que puede proponerse a los pacientes con colitis ulcerosa en remisión para la prevención de recaídas, como complemento del tratamiento médico estándar.