Según un estudio noruego, la composición de la microbiota intestinal de un niño de 2 años sería un indicador útil para predecir el riesgo de que padezca obesidad posteriormente; este resultado abre por tanto nuevas perspectivas para la prevención de un problema que va en aumento a nivel mundial.
Mientras que una mala alimentación asociada a la falta de actividad física constituye sin duda un factor de riesgo para el sobrepeso y la obesidad, la microbiota intestinal también podría tener un papel importante: según diversos estudios, durante los dos primeros años de vida, su composición estaría relacionada con la evolución del peso en este mismo período. En un estudio reciente, un equipo de investigadores analizó la microbiota intestinal de 165 niños noruegos en 6 periodos diferentes, desde el nacimiento hasta los 2 años, así como el (sidenote:
Índice de Masa Corporal.
Cociente entre el peso en kg y el cuadrado de la estatura en m2.
) de sus madres durante el embarazo y compararon los resultados obtenidos con el IMC de estos mismos niños diez años más tarde.
Una microbiota “obesogénica” a pesar de un IMC “normal”
En niños con peso normal, el IMC se mantiene constante durante toda la infancia; en jóvenes obesos, progresa continuamente desde los 2 a los 12 años. Sin embargo, los autores afirman que sólo una minoría de estos niños tendrán a los 2 años un IMC capaz de predecir una futura obesidad. Por otro lado, los autores observaron una estrecha correlación entre la composición de la microbiota a los 2 años y el valor del IMC a los 12 años. Según sus cálculos, la influencia del ecosistema intestinal en el IMC supera con creces la de otros factores conocidos como son el tipo de parto, la duración de la lactancia materna exclusiva, la exposición a antibióticos o diversos factores maternos como el tabaquismo, el IMC antes del embarazo o el nivel de educación.
Identificación temprana para una mejor prevención
Según los autores, presentar una microbiota intestinal “obesogénica” precedería varios años al aumento de peso y estaría determinado, en gran medida, por transmisión directa madre-hijo (sobrepeso u obesidad materna, aumento de peso excesivo durante el embarazo…). Estos descubrimientos permiten considerar nuevas estrategias de prevención de la obesidad infantil más específicas, basadas en la identificación, antes de los 2 años de edad, de niños con alto riesgo de padecer la enfermedad, cuando su peso aún se encuentra dentro de los valores normales.
Old sources
Bibliografia :
Stanislawski MA, Dabelea D, Wagner BD, Iszatt N, Dahl C, Sontag MK, Knight R, Lozupone CA, Eggesbø M. Gut Microbiota in the First 2 Years of Life and the Association with Body Mass Index at Age 12 in a Norwegian Birth Cohort. MBio. 2018 Oct 23;9(5).