El lugar de los parásitos en el ecosistema intestinal
Un estudio realizado en (agro)pastores o cazadores-recolectores cameruneses revela las relaciones desconocidas entre el modo de subsistencia, el parasitismo y la microbiota intestinal. La diversidad de la microbiota aumentaría en presencia de helmintos.
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Acerca de este artículo
Cerca de una cuarta parte de la población mundial sufre parasitismo intestinal. Sin embargo, en el ecosistema formado por los microorganismos que colonizan el intestino, los parásitos quizás sean los menos conocidos, al igual que sus interacciones con la microbiota. Por ello, un equipo se propuso evaluar las relaciones entre la presencia de parásitos en 575 adultos cameruneses y la composición de la microbiota intestinal, su metagenoma y la respuesta inmunitaria del huésped. La composición de la microbiota se analizó no solo por secuenciación y amplificación del ARNr 16 S, sino también mediante metagenómica « shotgun ».
La microbiota, reflejo del parasitismo
Después del modo de subsistencia de las poblaciones (pastores, agropastores o cazadores-recolectores), el parasitismo, especialmente presente en los cazadores-recolectores, fue el factor que mostró la asociación más estrecha con la composición de la microbiota. Se observó una correlación entre la cantidad de parásitos intestinales, especialmente la presencia conjunta de cuatro helmintos transmitidos por contacto con el suelo –Ascaris lumbricoides, Necator americanus, Trichuris trichiura y Strongyloides stercoralis (llamados «ANTS»)–, y la diversidad alfa. La composición de la microbiota permitía predecir la presencia intestinal de helmintos con un porcentaje de exactitud del orden del 80% y hasta un 84% para los ANTS. La colonización intestinal por los ANTS se asociaba a un aumento de la concentración de citocinas circulantes (algunas de ellas proinflamatorias), lo cual sugiere que los ANTS podrían modular mecanismos inmunitarios. La microbiota podría estar implicada, ya que su composición es capaz de predecir las concentraciones circulantes de interleucina 5, ampliamente implicada en la respuesta inmunitaria en caso de infección por helmintos.
Parásitos y microbiota: interacciones funcionales
Para explorar las interacciones metabólicas potenciales entre la microbiota y los parásitos, los investigadores relacionaron la presencia de parásitos con las funciones del metagenoma bacteriano. En los individuos positivos para ANTS, observaron una mayor presencia de genes bacterianos implicados en el metabolismo de la purina y la pirimidina, dos moléculas de nitrógeno utilizadas en la composición de los nucleótidos del ADN que algunos parásitos no pueden sintetizar y, por lo tanto, deben obtener del medio que los rodea. El tamaño de la cohorte también permitió analizar las relaciones entre el modo de subsistencia y la microbiota intestinal. Por ejemplo, en la microbiota de las etnias pastoriles se observó una mayor abundancia de varias especies capaces de metabolizar la galactosa y los lípidos lácteos, diferentes de las bifidobacterias que se encuentran en los europeos. Según los investigadores, profundizar en las interacciones entre el huésped, sus parásitos y su microbiota podría ayudar a desarrollar estrategias dirigidas a la microbiota para tratar o prevenir la helmintiasis.