El impacto de la gravedad en el síndrome del intestino irritable (SII)
Por la Dra. Maria Teresa Galiano
Servicio de Gastrología y Endoscopia, Servimed, Bogotá, Colombia
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Acerca de este artículo
En un artículo reciente [1], se ha sugerido que el SII puede deberse a sistemas anatómicos, fisiológicos y neuropsicológicos ineficaces de gestión de la gravedad diseñados para optimizar la forma y la función gastrointestinales, proteger la integridad somática y visceral y maximizar la supervivencia en un mundo sometido a la gravedad.
¿Puede comentar esta hipótesis desde su punto de vista clínico?
Esta hipótesis es muy interesante. Creo que se debe tener en cuenta como una de las numerosas hipótesis que intenta explicar el síndrome del intestino irritable. Sin embargo, hay que demostrarla. Se deben realizar estudios para demostrar que alteraciones físicas debidas a cambios de gravedad afectan a la fisiología gastroenterológica. Creo que puede ser cierto que la gravedad afecta a la fisiología de un organismo y que normalmente estamos en equilibrio con esta fuerza permanente a la que estamos sometidos los seres humanos y todos los seres vivos de la Tierra. Las consecuencias que se producen cuando se altera este equilibrio pueden incluir el SII.
¿Está de acuerdo con la explicación del autor de que la gravedad puede provocar, como consecuencia, una alteración de la microbiota intestinal?
Estoy de acuerdo con el autor en que la gravedad puede alterar la microbiota intestinal y en que es posible que también altere su funcionamiento, incluida la fermentación. Creo que también es posible que altere el volumen de gas que actúa sobre la pared intestinal. Esto también debe comprobarse en los estudios correspondientes, pero estoy de acuerdo con la idea del autor de que la microbiota intestinal es susceptible a la gravedad.
¿Compartiría esta hipótesis con sus pacientes?
Compartiría esta hipótesis con los pacientes a los que creo que se podría aplicar en función de su fisiopatología y como una posible explicación de sus síntomas. De hecho, he observado cambios en mis pacientes cuando viajan a lugares que están al nivel del mar y regresan a Bogotá, donde vivo. Bogotá está a 2600 metros sobre el nivel del mar. Cuando estos pacientes regresan a Bogotá, presentan más síntomas debido a los cambios en la presión barométrica. Los cambios en la presión barométrica provocan cambios en la sensación, distensión y gases en los intestinos. En muchas ocasiones, les explico la sintomatología basándome en cambios en la fisiología que se producen según las distintas altitudes a las que se encuentran. Los cambios causados por las variaciones del equilibrio con la fuerza de la gravedad podrían servir para explicar los síntomas de estos pacientes.