Investigadores internacionales observaron este fenómeno mediante el estudio de más de 510 mujeres con edades comprendidas entre 18 y 78 años que pertenecían a las tribus Hmong y Karen, minorías originarias del sudeste de Asia y particularmente afectadas por la obesidad entre las poblaciones migrantes de Estados Unidos. Ahora bien, la literatura científica estableció una relación entre el sobrepeso y las alteraciones de la microbiota. Para comprender los efectos de la migración, los científicos analizaron, por un lado, la flora intestinal de mujeres que viven en Tailandia, por otro lado, la flora de mujeres que dejaron su país natal y, por último, la de 50 voluntarias pertenecientes a la segunda generación de inmigrantes. También llevaron un seguimiento de 19 refugiados de la tribu Karen antes de su partida o después de su llegada a Estados Unidos, así como de 36 personas nacidas en Estados Unidos y originarias de Europa.
Desaparición de bacterias indígenas
Estos diferentes análisis demuestran que la diversidad y riqueza de la microbiota es mayor en los individuos que viven en Tailandia que en los inmigrantes. La microbiota de los migrantes y la de las personas nacidas en Estados Unidos eran similares. Los investigadores observaron la desaparición de algunas bacterias en beneficio de otras, lo que sugiere una “occidentalización” de la flora de los migrantes en sólo unos pocos meses. La consecuencia de todo esto es que los migrantes de la primera y segunda generación perdieron una enzima capaz de degradar azúcares complejos (especialmente las fibras vegetales), ausente en las personas nacidas en Estados Unidos pero muy abundante en los tailandeses que todavía viven en su país de origen.
La alimentación no lo explica todo
Sin embargo, los investigadores piensan que el cambio de dieta no es suficiente para explicar estas variaciones y subrayan que la dieta de los niños de inmigrantes era diferente de la de las personas nacidas en Estados Unidos, pero sorprendentemente su microbiota era similar. Señalan, además, que la exposición a antibióticos, el estrés y el cambio en la composición del agua podrían ser también responsables de estas alteraciones. Aún es demasiado pronto para concluir que la migración sea la causa de estas alteraciones o para afirmar que contribuyen directamente a la alta incidencia de obesidad en los inmigrantes que viven en los Estados Unidos.
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