EICI y embarazo: importancia de la microbiota vaginal
Las miles de mujeres que padecen una enfermedad inflamatoria crónica del intestino (EICI) se enfrentan a menudo a un segundo problema: estas mujeres están expuestas a un mayor riesgo de parto prematuro y de bajo peso del bebé al nacer. ¿Por qué? ¿Cómo? Su microbiota vaginal podría aportar un atisbo de explicación.
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Acerca de este artículo
30% 1 de cada 3 mujeres también sabe que el parto, ya sea vaginal o por cesárea, afecta a la microbiota intestinal del recién nacido
Las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino (EICI), diagnosticadas con frecuencia en las mujeres en edad de procrear, son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, y aumentan el riesgo de dar a luz prematuramente, por cesárea y de que nazca un bebé de bajo peso. Mientras que el embarazo en las mujeres sanas modifica la composición de la microbiota vaginal, nada indica que este cambio se produzca en las mujeres con una EICI. Un nuevo estudio investiga este periodo clave.
La microbiota vaginal
Embarazo: el enigma de la microbiota vaginal
Numerosos estudios han demostrado la implicación de la microbiota intestinal en las EICI. En cambio, por el momento, se desconoce el papel de la microbiota vaginal, de la misma manera que se ignora si el embarazo modifica su composición, como sucede en las mujeres embarazadas sanas: la microbiota, más estable, se vuelve menos rica y menos diversificada, con un predominio más marcado de
(sidenote:
Lactobacilos
Bacterias en forma de bastoncillo, cuya característica principal es que producen ácido láctico. Por eso se habla de «bacterias lácticas».
Estas bacterias no solo están presentes en las microbiotas oral, vaginal e intestinal del ser humano, sino también en las plantas o los animales. Se pueden consumir en productos fermentados, por ejemplo, productos lácteos como algunos quesos y yogures, así como en otros tipos de alimentos fermentados como los pepinillos, el chucrut...
Los lactobacilos también se consumen en los probióticos, y algunas especies son conocidas por sus propiedades beneficiosas.
W. H. Holzapfel et B. J. Wood, The Genera of Lactic Acid Bacteria, 2, Springer-Verlag, 1st ed. 1995 (2012), 411 p. « The genus Lactobacillus par W. P. Hammes, R. F. Vogel
Tannock GW. A special fondness for lactobacilli. Appl Environ Microbiol. 2004 Jun;70(6):3189-94.
Smith TJ, Rigassio-Radler D, Denmark R, et al. Effect of Lactobacillus rhamnosus LGG® and Bifidobacterium animalis ssp. lactis BB-12® on health-related quality of life in college students affected by upper respiratory infections. Br J Nutr. 2013 Jun;109(11):1999-2007.
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Resolver la ecuación EICI - embarazo - microbiota vaginal
Para resolver esta ecuación con varias incógnitas, un equipo de investigadores canadienses estudió la composición de la microbiota vaginal de 32 mujeres embarazadas con una EICI en cada trimestre del embarazo. Después del estudio, cerca del 44% de las mujeres dieron a luz a término por cesárea y dos tuvieron un parto prematuro.
Los investigadores observaron que la composición de su microbiota vaginal se mantenía estable a lo largo del embarazo, dominada por lactobacilos. Sin embargo, se identificaron especies bacterianas pertenecientes a Mollicutes —algunas de las cuales se asocian a partos prematuros— en el 80% de ellas al menos una vez durante el embarazo, un porcentaje significativamente más elevado que el observado en las 172 mujeres embarazadas sanas y que parieron a término.
Este estudio ofrece un primer panorama de la evolución de la microbiota vaginal en las mujeres embarazadas que padecen una EICI. A pesar de la abundancia de Mollicutes detectada, los investigadores deben profundizar en sus trabajos para confirmar que esta presencia bacteriana expone a las futuras madres a un mayor riesgo de parto prematuro.