Un índice de disbiosis intestinal para establecer el pronóstico tras un ictus
El Stroke Dysbiosis Index (SDI), diseñado por un equipo de investigación chino, relaciona alteraciones de la microbiota intestinal con las secuelas de un ictus isquémico agudo. Este instrumento innovador podría facilitar la individualización del tratamiento.
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Acerca de este artículo
Con cerca de 25 millones de casos al año, el ictus isquémico agudo representa un desafío importante para la salud pública a escala mundial. Hasta el momento, el pronóstico es difícil de establecer y podría beneficiarse de la identificación de factores de riesgo de evolución adversa. Este hallazgo llevó a un equipo de investigación chino a desarrollar el Stroke Dysbiosis Index (SDI), un índice que relaciona el ictus y la disbiosis intestinal y cuyo objetivo es confirmar el accidente cerebrovascular y determinar la severidad de las lesiones cerebrales, así como el riesgo de complicaciones tempranas.
Una disbiosis con alto poder de discriminación de las consecuencias del ictus
El SDI se derivó de la realización de un análisis de las poblaciones bacterianas intestinales de 104 sujetos que sufrieron un ictus isquémico agudo en comparación con 90 sujetos sanos. La fórmula tiene en cuenta las variaciones de concentración de 18 géneros bacterianos. Entre otros, se observó un aumento de Enterobacteriaceae y Parabacteroides acompañado de una disminución de Faecalibacterium, Clostridiaceae y Lachnospira en pacientes que habían sufrido un ictus, cuya puntuación SDI es significativamente mayor que la de sujetos sanos. Se confirmó la capacidad discriminatoria de esta herramienta mediante el estudio de una segunda cohorte de 83 individuos que habían sufrido un ictus y de 70 controles. Se demostró también mediante un método estadístico que el SDI es un indicador capaz de predecir a la vez la severidad de las lesiones cerebrales y el riesgo de sufrir complicaciones tempranas.
Una microbiota equilibrada como factor de optimización de la recuperación?
La segunda parte del estudio se realizó en ratones con el objetivo de aclarar in vivo la relación entre la disbiosis intestinal y las secuelas de un ictus isquémico agudo. Se indujeron oclusiones de la arteria cerebral media en animales que recibieron trasplantes fecales de pacientes humanos que tenían un índice SDI bajo o elevado. El resultado obtenido fue el siguiente: se observó un empeoramiento de las lesiones cerebrales y una concentración elevada de linfocitos T -δ productores de IL-17 (citoquina proinflamatoria) en animales colonizados por bacterias asociadas a un SDI elevado en comparación con aquellos ratones que recibieron trasplantes de pacientes cuyo SDI era bajo, lo cual demuestra el efecto negativo de la disbiosis intestinal en el pronóstico tras un ictus. Según el equipo de investigación, la microbiota y su modulación, especialmente con prebióticos o probióticos, representan un enfoque terapéutico que merece ser investigado con el fin de optimizar las posibilidades de recuperación de los pacientes que hayan sufrido un ictus.