Microbiota fetal: ¿el final de una controversia?
Un estudio confirma la presencia de una microbiota fetal viable y evolutiva a lo largo del embarazo. Las bacterias identificadas y sus metabolitos, originarias del entorno uterino, podrían desempeñar un papel en el desarrollo del sistema inmunitario.
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Acerca de este artículo
El descubrimiento de ADN bacteriano en el entorno fetal puso fin al dogma de su supuesta esterilidad. Sin embargo, persiste un interrogante: ¿el ADN identificado procede de bacterias viables y metabólicamente activas, de origen materno? Para responder a esta pregunta, un equipo estadounidense combinó estudios en el ser humano y el ratón. Primera etapa: caracterizar las poblaciones bacterianas de pares madre-hijo (5 prematuros y 5 nacidos a término) a partir de muestras obtenidas después de partos por cesárea en condiciones de esterilidad óptimas. El análisis permitió precisar el origen de las bacterias presentes en la boca y el meconio del niño a partir de la microbiota vaginal, rectal, uterina, placentaria y amniótica de la madre. El resultado fue la confirmación de la existencia de una microbiota fetal desde las 24 semanas de gestación, originaria del entorno uterino y mayoritariamente compuesta por Escherichia y Acinetobacter.
Bacterias vivas en el feto… a la mitad del embarazo
Segunda etapa: en el ratón, los investigadores visualizaron la flora intestinal de los fetos y observaron su viabilidad y los cambios dinámicos a lo largo de la gestación. Sus resultados sugieren que, hacia la mitad de la gestación, el feto está expuesto a bacterias viables y cultivables de origen materno variable. En cambio, al final de la gestación, a pesar de la presencia de ADN bacteriano principalmente placentario y amniótico, se observó que las muestras no eran cultivables. Estos hallazgos condujeron a los investigadores a emitir la siguiente hipótesis: la maduración (tardía) del sistema inmunitario produciría la eliminación progresiva de los microorganismos que pasan al entorno fetal.
Confirmación de la viabilidad de la transmisión
El equipo validó sus observaciones sobre la transmisión bacteriana durante la gestación procediendo a la colonización de intestinos de ratonas gestantes con E. coli marcado, antes de recuperar estas bacterias viables en su progenie. El conjunto de los resultados tiende a demostrar la existencia de una microbiota fetal de origen materno, que evoluciona a lo largo del embarazo y es capaz de influir en el desarrollo del sistema inmunitario y la constitución de las microbiotas infantiles después del parto.