Obesidad y microbiota: una bacteria empeora el efecto de una alimentación rica en grasas
¿La obesidad es la consecuencia de comer demasiado y con demasiada grasa? No es tan sencillo. La composición y el metabolismo de las bacterias de la microbiota intestinal también desempeñaría un papel en la enfermedad. En el caso de una alimentación rica en grasas, la especie Fusimonas intestini favorecería el aumento de peso al producir ácidos grasos dañinos, como muestra un estudio reciente publicado en la revista Cell Metabolism.
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Acerca de este artículo
En todas partes del mundo, la obesidad y los trastornos metabólicos que la acompañan, como la diabetes de tipo 2, tienen cada vez más peso en la salud pública. Para numerosas personas afectadas, la corrección de la alimentación no representa por sí sola una solución suficiente. Desde hace unos diez años, diferentes estudios han señalado el papel de la microbiota intestinal en la obesidad. Podría explicar, al menos en parte, las diferencias entre los individuos en cuanto a la vulnerabilidad a las enfermedades y los efectos de las dietas. Sin embargo, todavía no se han elucidado todos los mecanismos que entran en juego. Por ello, los investigadores exploran las particularidades de composición, pero también de funcionamiento de los microorganismos de la microbiota intestinal que pueden influir en la obesidad.
Bacterias de la microbiota que «acumulan grasa»
Se sabe que una alimentación demasiado rica en grasas, sobre todo saturadas, aumenta el riesgo de obesidad. Pero las bacterias de la microbiota intestinal también producen ácidos grasos. ¿En qué medida y de qué manera su metabolismo podría contribuir al desarrollo de la enfermedad? Para responder a esta pregunta, un equipo japonés del instituto RIKEN ha estudiado el grupo Lachnospiraceae, una familia bacteriana de la microbiota intestinal que ya se había asociado a la obesidad y la diabetes de tipo 2 en estudios anteriores. Ha demostrado que una de sus especies, Fusimonas intestini, está claramente más presente en la microbiota intestinal en caso de obesidad y exceso de azúcar en la sangre, tanto en el ratón como en el ser humano.
La microbiota intestinal
Con el fin de determinar si esta bacteria podía representar una causa de obesidad, los investigadores han comparado ratones con la microbiota intestinal colonizada o no por Fusimonas intestini, alimentados normalmente o sobrealimentados con grasa. Han constatado que la dieta «grasa» estimula el aumento de grasa corporal en presencia de bacterias Fusimonas intestini incluso en cantidades muy bajas.
Genes metabólicos alterados y fugas en la barrera intestinal
Los investigadores han descubierto que Fusimonas intestini produce en abundancia diversos ácidos grasos llamados «de cadena larga». Solo bajo el efecto de la dieta rica en grasas, la microbiota intestinal colonizada por esta bacteria contenía dos veces más elaidato, un
(sidenote:
Ácido graso trans
El cuerpo humano no puede sintetizar los ácidos grasos trans (AGT), sino que se consumen generalmente en las comidas. Proceden de los rumiantes (carne y productos lácteos) y también tienen un origen industrial. Los AGT, en especial los de origen industrial, contribuirían a las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y la diabetes.
Sarnyai F, Kereszturi É, Szirmai K, Mátyási J, Al-Hag JI, Csizmadia T, Lőw P, Szelényi P, Tamási V, Tibori K, Zámbó V, Tóth B, Csala M. Different Metabolism and Toxicity of TRANS Fatty Acids, Elaidate and Vaccenate Compared to Cis-Oleate in HepG2 Cells. Int J Mol Sci. 2022 Jun 30;23(13):7298.
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conocido por aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, obesidad y resistencia a la insulina. La microbiota intestinal también contenía más ácidos grasos saturados, como el palmitato, implicado en estas enfermedades. La alimentación rica en grasas modificaría la expresión de genes microbianos que regulan el metabolismo de los ácidos grasos y aumentaría así la producción de lípidos. Pero esto no es todo: los metabolitos de Fusimonas intestini alterarían la integridad de la barrera intestinal, haciéndola más permeable y permitiendo el paso de moléculas dañinas. Esto da lugar a un fenómeno llamado
(sidenote:
Endotoxemia
La endotoxemia es una afección caracterizada por la presencia de endotoxinas en la sangre. Las endotoxinas son componentes de la pared de ciertas bacterias. Se liberan cuando las bacterias mueres o se multiplican. Cuando la barrera gastrointestinal está alterada, las endotoxinas se encuentran en la circulación sanguínea e inician una inflamación.
André P, Laugerette F, Féart C. Metabolic Endotoxemia: A Potential Underlying Mechanism of the Relationship between Dietary Fat Intake and Risk for Cognitive Impairments in Humans? Nutrients. 2019 Aug 13;11(8):1887.
)
, conocido por producir una inflamación del organismo e implicado en el desarrollo de la obesidad y la diabetes de tipo 2.
¡En suma, Fusimonas intestini y las grasas alimentarias parecen actuar de común acuerdo para hacernos engordar! Desde un punto de vista científico, este estudio permite elucidar uno de los mecanismos que relacionan la microbiota intestinal con la obesidad. Según los autores, profundizar en el conocimiento del metabolismo lipídico de las bacterias de la microbiota intestinal podría conducir a nuevas soluciones terapéuticas para las personas que padecen obesidad.