A pesar de los avances en materia de prevención, la caries dental sigue siendo una de las enfermedades más frecuentes en el mundo. Su formación resulta del ataque ácido del esmalte dental debido a la fermentación de los azúcares de los alimentos por los microbios de la placa dental. Mientras que son bien conocidas las bacterias patógenas implicadas en este proceso, se desconoce en gran medida el papel de los hongos de la microbiota bucal.
Candida dubliniensis,, relacionada con la severidad de las caries
Para comprender mejor las interacciones entre los microorganismos que conducen a la formación de caries, un equipo estadounidense se interesó por la microbiota de la placa dental en diferentes estadios de evolución de una caries. Su estudio, publicado en la revista Applied and Environmental Microbiology, se centró en 33 niños, con estados cariosos variables: algunos no tenían ninguna caries, otros tenían algunas que atacaban al esmalte y otros tenían caries que afectaban a la dentina.
Los autores identificaron 139 especies de hongos, entre los cuales los dos más abundantes pertenecían a la familia Candida: Candida albicans y Candida dubliniensis. Observaron que la composición de la microbiota de la placa dental variaba considerablemente según el estado carioso, con una sobreabundancia de 4 especies en los niños con caries y de otras 12 en los niños con dientes sanos. Concretamente, la cantidad de C. dubliniensis guarda una relación directa con la severidad de las caries. Entre las especies beneficiosas, algunas son capaces de oponerse al poder cariógeno de Staphylococcus mutans (una bacteria implicada en la formación de las caries) mediante la producción de xilitol y de compuestos antimicrobianos.
¿Hacia nuevos tratamientos?
C. dubliniensis, cuyo papel en la progresión y la severidad de las caries no deja lugar a ninguna duda, podría ser un buen indicador del riesgo cariógeno, concluyen los autores. Sus trabajos deberían abrir nuevas perspectivas en la prevención y el tratamiento de las caries dentales.