Comezón: cómo la bacteria S. aureus nos quiere despellejar
¿Cuál es el interés de haber comprendido los mecanismos por los que una simple bacteria de la piel puede activar la sensación de comezón? Conseguir bloquear una de las etapas para poder, en el futuro, ofrecer una simple crema que calme por fin estas irresistibles ganas de rascarse.
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Acerca de este artículo
«¿Le pica o le hace cosquillas?» La pregunta del doctor Knock en la obra de teatro epónima del escritor francés Jules Romains quizá inspiró a los autores de un estudio reciente. ¿Su trabajo? Dilucidar les mecanismos subyacentes que desencadenan la
(sidenote:
Comezón
La comezón, también llamada prurito, es una sensación desagradable que desencadena ganas de rascarse. La comezón se origina en las terminaciones nerviosas presentes justo debajo de la piel, en unos receptores específicos llamados pruriceptores. Sigue las vías nerviosas y llega hasta el cerebro, donde activa unas zonas cerebrales sensoriales (detección de la comezón), emocionales (ganas de rascarse) y motrices (rascado efectivo).
Fuente: Ameli
)
y las irresistibles ganas de rascarse que resultan. A través de múltiples experimentos realizados en ratones y muestras de nervio y piel humana.
La microbiota cutánea
De la bacteria al rascado…
La clave de las investigaciones es la bacteria Staphylococcus aureus, ampliamente presente en nuestra piel. Sabíamos que es de la piel del diablo al provocar lesiones cutáneas en las personas que padecen dermatitis atópíca y que está implicada en el impétigo, una enfermedad contagiosa de la piel temida en las guarderías y las escuelas. Ahora, su CV tendrá una página más debido a su implicación directa en el prurito, el nombre científico de la comezón.
Ya se conoce su manera de actuar: S. aureus fabrica una proteína llamada V8, que se fija al receptor cutáneo encargado de sentir la comezón. Al activar este receptor, V8 desencadena la alerta, que circula por vía nerviosa hasta el cerebro. La respuesta a la comezón experimentada no se hace esperar: un rascado, a menudo frenético, hasta el punto de dañar la piel.
40 % El 40% de las personas interrogadas declaran haber oído el término «microbiota cutánea», pero solo el 15% son capaces de definirlo de forma precisa.
… y después a la invasión y la diseminación
¿Y no será esto lo que la bacteria esperaba? De hecho, sin querer atribuir al microorganismo intenciones maquiavélicas, hay que reconocer que todo esto le va muy bien: el rascado es una ocasión ideal para que pueda llegar a nuevos tejidos, como la mano o la pata que pretende aliviar la comezón, e incluso a nuevos individuos, si se encuentran al alcance de los residuos de piel que se desprenden al rascarse. Aún mejor, la lesión cutánea producida por el rascado ofrece a la bacteria la oportunidad de penetrar un poco más profundamente en el tejido cutáneo. En suma, tanto en términos de diseminación como de invasión, S. aureus tiene mucho que ganar si consigue que el paciente se rasque.
Trastornos cutáneos
Aliviar la piel que pica
Sin embargo, estos trabajos también abren la vía a posibles soluciones terapéuticas para aliviar la comezón… y salvar el pellejo. Una simple crema que contenga una molécula capaz de bloquear el famoso receptor nervioso debería poder reducir el picor. Otra opción prometedora es actuar sobre la proteasa V8. Todas estas son posibilidades de acabar con la comezón.