La microbiota: ¡una red bien conectada en favor de la salud!
Las últimas investigaciones científicas indican que nuestra microbiota forma una red interconectada entre intestino, pulmón, piel, boca, vías urinarias y genitales. Al comunicarse, estos ecosistemas ejercen una gran influencia sobre nuestra salud y la aparición de enfermedades.
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Acerca de este artículo
Aunque es la más conocida, la microbiota intestinal no es la única microbiota que tenemos. Otros muchos ecosistemas microbianos se ocultan en nuestros órganos y estas microbiotas ocupan muy a menudo un lugar destacado en las publicaciones científicas y los medios de comunicación. Con cada nuevo estudio publicado, su acción sobre nuestra salud parece más decisiva. ¡Sumerjámonos en esta amplia «red»!
La microbiota humana: una comunidad de microorganismos…
La microbiota humana es el conjunto de los microorganismos —principalmente bacterias, pero también virus y hongos— que viven en nuestro cuerpo. La inmensa mayoría de ellos (70%) se encuentra en el aparato digestivo, que contiene 1,5 kilogramos de bacterias. Pero otros cinco órganos también (sidenote: Albergan Nuestro organismo proporciona alojamiento y protección a los gérmenes que lo colonizan. ) una microbiota: la piel, la boca, los pulmones, las vías urinarias y las vías genitales. Los microorganismos de la microbiota son (sidenote: Simbióticos En biología, es la asociación estrecha y mutuamente beneficiosa de dos o más organismos. ) ; les proporcionamos las condiciones necesarias para su supervivencia y, a cambio, participan en el buen funcionamiento de nuestro cuerpo (digestión de los alimentos, protección contra las infecciones, síntesis de vitaminas). ¡Las dos partes salen ganando! Una microbiota equilibrada nos asegura una buena salud. En cambio, una microbiota desequilibrada constituye un terreno propicio para la aparición de diferentes enfermedades. Se habla entonces de disbiosis.
… en una red de ecosistemas interconectados
En apariencia, los ecosistemas de la microbiota están compartimentados en cada uno de los seis órganos que los albergan. Solo en apariencia… Numerosos estudios han revelado que el desequilibrio de un órgano puede repercutir en los demás. Por ejemplo, una microbiota intestinal alterada se asocia a ciertas enfermedades de la piel (dermatitis, psoriasis) y los pulmones (asma, bronquitis crónica, cáncer), y una mala higiene bucal podría aumentar el riesgo de desarrollar infecciones pulmonares. Las ultimas investigaciones científicas sugieren que existe una interconexión entre estos diferentes ecosistemas, que forman una red en cuyo centro se encuentra una pieza clave: el intestino. Ejes intestino-cerebro, intestino-piel, intestino-pulmón, intestino-boca e intestino-hígado... El intestino podría canalizar la información y actuar como mediador entre los ecosistemas periféricos.
¿El intestino es la única torre de control?
Los estudios sugieren que tienen lugar otros intercambios entre diferentes regiones del cuerpo sin que el intestino esté implicado, como el eje pulmón-boca u otros relacionados con la proximidad anatómica, como la microbiota urinaria, que podría ejercer una influencia en la microbiota de las vías genitales. Así pues, el conjunto de la microbiota distribuido en los seis órganos forma una red en comunicación constante que ejerce una gran influencia en nuestra salud.
Perspectivas prometedoras para la investigación y la medicina
Nos encontramos en los albores de la investigación sobre la microbiota. Para confirmar la hipótesis de una red interconectada en torno al aparato digestivo y entre los órganos, se necesitan otras investigaciones que estudien la microbiota en su conjunto. Sin embargo, las aplicaciones médicas parecen prometedoras: restableciendo el equilibrio de un ecosistema, se podría modificar el de otro órgano enfermo, lo cual abre el camino a estrategias terapéuticas innovadoras.