S. epidermidis para una microbiota nasal saludable
Una simbiosis con Staphylococcus epidermidis participaría en la maduración de nuestra microbiota nasal durante la adolescencia y en la lucha contra los patógenos. La bacteria, protegida por una biopelícula, induciría la producción de péptidos antimicrobianos por parte del epitelio nasal.
Espacio para el público general
Encuentra aquí tu espacio dedicadoen_sources_title
en_sources_text_start en_sources_text_end
Acerca de este artículo
La composición de las microbiotas de los epitelios humanos, que están sometidas a los mecanismos de defensa inmunitaria de las mucosas, cambian considerablemente durante el desarrollo del sistema inmunitario al principio de la vida. Su inmadurez se asocia a ciertas enfermedades, aunque no se entienden perfectamente los mecanismos de desarrollo de una microbiota sana. Entre las diferentes localizaciones epiteliales, el sistema nasal ha sido poco estudiado, aunque las cavidades nasales pueden albergar patógenos responsables de graves infecciones respiratorias y sistémicas, como Staphylococcus aureus o Moraxella catarrhalis. De ahí el interés de este estudio realizado sobre la microbiota nasal de 467 voluntarios sanos de 3 edades: 155 niños (edad media de 5 años), 171 adultos jóvenes (edad media de 19 años) y 141 personas de edad avanzada (edad media de 82 años), respectivamente elegidos para representar edades en las que el sistema inmunitario todavía no está desarrollado, está maduro y va en declive.
Una microbiota característica de la edad
El análisis de los diez principales filos microbianos mostró que la composición de la microbiota nasal humana cambia de manera significativa con la edad y que la diversidad microbiana disminuye al llegar a la edad adulta: mientras que Moraxella domina en los niños, este género está casi ausente en los otros 2 grupos de edad; la presencia de Staphylococcus se multiplica por un factor de 4,4 durante la transición hacia la edad adulta, hasta el punto de convertirse en el género dominante en adultos jóvenes; el patógeno oportunista Dolosigranulum pigrum, que puede provocar infecciones de las vías respiratorias superiores, neumonías nosocomiales y septicemias, se reduce en un factor de 2,4 entre la infancia y el inicio de la edad adulta; por último, en las personas de edad avanzada, se invierten parcialmente el aumento de Staphylococcus y la disminución de Dolosigranulum observados en adultos jóvenes.
Efecto protector de S. epidermidis
Por otra parte, basándose en sus resultados, los investigadores proponen un mecanismo a través del cual una especie en particular, Staphylococcus epidermidis, podría conducir a la exclusión de los patógenos de la nariz mediante una acción conjunta con el sistema inmunitario del huésped: S. epidermidis estimularía la producción de péptidos antimicrobianos capaces de destruir las bacterias patógenas por los queratinocitos de la nariz, péptidos a los que S. epidermidis es resistente gracias a su biopelícula. Este mecanismo de interacción simbiótica entre una bacteria de la microbiota nasal humana y la defensa innata del huésped contribuiría a la exclusión de los patógenos y a la estabilización de la microbiota, además de ayudar al sistema inmunitario del huésped a distinguir las bacterias patógenas de las comensales.